¿Pero qué es crisis? ¿Qué el producto interno bruto haya aumentado o disminuido? ¿Qué el peso se devalúe?

¡No! crisis es tener bocas que alimentar en casa y saber que tu sueldo del día, semana, quincena o mes no alcanzara. La mayoría de las veces creemos que en nuestra casa no sucederá y menos en nuestra cocina. Sorpresa, cuando nos alcanza o pagas un servicio como el gas, luz, agua o compras víveres. La cuestión es que se nos empareje, pero no nos supere.

Entonces aquí surge algo llamado creatividad, habilidad y talento, sí, nos volvemos artistas de la cocina por amor a uno mismo y sobre todo por amor a los que debemos alimentar, que casualmente cuando menos hay es cuando más piden, todo se les antoja y para variar hasta invitados llevan. En este punto ya no es solo echarle más agua a los frijoles, sino más frijoles.



La creatividad es clave.

He aquí una artista. Se llama María y estoy segura que al final le agradeceremos su talento porque, sin duda, nos dará la guía para librar el hambre en tiempos de crisis.


Al ver a María —jovial, optimista, toda una profesional— creeríamos que la vida le es de lo más cómoda y holgada en todos los aspectos. Hasta que nos abre la puerta de su casa y nos permite pasar hasta la cocina donde todo está en orden con limpieza extrema, pero sin dinero que alcance para hacer el super y llenar la alacena con una buena despensa, mínimo con lo de la canasta básica. La pregunta es, ¿Cómo le hace? ¿Qué hace?


Su respuesta es muy simple: “me las ingenio (aquí le surge el espíritu de artista) y le sonrío a mis dos anaqueles donde guardo los víveres y al refrigerador, porque sé que terminaran dándome una respuesta llena de sabor y podré repetir un día más: Barriga llena corazón contento. Aquí es como los alcohólicos solo por hoy, aunque ese hoy se prolongue semanas”.

Algo primordial para María es que cuando las vacas no están tan flacas y hay chance, aprovecha las ofertas de verduras congeladas en los supermercados, siempre serán buenas aliadas.

Y para quien no guste de las verduras, recomienda aprovechar también las ofertas de las carnes y congelarlas porque dice ella muy sonriente “cuando comemos fuera de casa, nadie nos asegura que la carne sea fresca, así que sin miedo al éxito usted congele toda la proteína que se le atraviese y le guste”. Esto amortiguará hasta donde se pueda a las vacas flacas. Comenta además que los frijoles, huevos, tortillas, jitomate, cebolla, son indispensables. Ya nos hará saber por y para qué.

Situada en la realidad del “solo por hoy” que como bien dice, no sabe cuánto durará, considera la preparación de desayuno, comida y cena. En ese orden nos narrará sus opciones. «Un manual de comida en tiempos de crisis, podemos decir».


Los mejores desayunos.

Si tienes por ahí unas tortillas olvidadas es tiempo de llamarlas a escena. Puedes cortarlas en pequeños cuadritos, echa mano de un jitomate, un pedazo de cebolla y si de pura casualidad te encuentras la última rama de cilantro pues vas, que les haga compañía, esto también se pica finamente.

Pones un sartén a calentar, agregas aceite, viertes las tortillas moviéndolas constantemente hasta que queden en el punto que te gusten, hay a quien les gusta muy doradas, cuando estén en estado que prefieres agrega el resto de los ingredientes y dales otros 2 minutos. Habiendo llegado hasta aquí lo único que falta es el huevo, uno, dos, tres, los que quieras y termino que prefieras. Listo ya tienes el desayuno, ¿qué cómo se llamó? Como le quieran poner, yo les llamo Bendición en tiempo de crisis. Y para que resbalen un té, un café, porque leche ni pensarlo ese ya es un lujo.



La cena.

«No se ustedes» dice María, «pero a esta hora es cuando más hambre me da a mí y a mí tribu (crío varón en plena adolescencia que parece que tiene una pata hueca, cría mujer de 9 años, que lo que come la mamá también ella lo quiere). ¿Recuerdan que por ahí quedaron unos frijolitos? Pues ya estas peinado pa tras. Los licúas con un poco de agua, pones un pedazo de cebolla, ajo, pones a sazonar hasta que hierva y con esta mezcla vas a bañar unas tortillitas que previamente ya calentaste, pones un poco de crema y quesito…. A comer se ha dicho.

Y si quieres ser más fit, prepárate, esto es super fácil y económico también. No olvides que la crisis aún no se despide, no estamos en posibilidades de comprar harina especial para hot cakes, en cambio avena si, la puedes comprar empaquetada o a granel. Además de ser nutritiva es noble para varias preparaciones. A estas horas si se te antojan unos panqueques los puedes hacer. Pones una taza de avena con leche, un huevo, azúcar o el endulzante de tu preferencia, canela. A partir de este momento le puedes agregar la fruta que tengas, por ejemplo, plátano o manzana. Licúas todo perfectamente y en un sartén previamente engrasado los cocinas. Si sigues sin gas, se pueden preparar en microondas. Cocina en escalas de 30 segundos hasta que este cocido. Al final puedes agregar miel, leche condensada o mermelada.